martes, 10 de noviembre de 2009

CONEXIONES. UN DIARIO DESORDENADO DE MADRID EN TRES ACTOS. ACTO I

ACTO I

POR UNA MANZANA

Es viernes. 6 de noviembre de 2009. Se abre el telón y aparece Marguerite Duras. 22:00h. Estamos en una videoteca especializada y organizada por directores, temática y nacionalidades. También hay libros. Abro el suyo al azar. Emily L. Dice así,

“Luego te volviste hacia mí y me miraste con una atención profunda y tan intensa que te impedía verme (…) me miraste como si me amaras. A veces te sucedía”.

Me basta leer un fragmento para apretarla contra el pecho y llenarme. Llenarme de sus palabras. Rotundas. Invencibles. Maravillosas. Me la quedo y comienzan las conexiones.

Es sábado. 7 de noviembre de 2009. 11:30h. Visito la exposición Lágrimas de Eros. Esfinges. Sirenas. Andrómeda encadenada. Cleopatra. Ofelia. Magdalena Penitente. Eva. Mujeres todas encadenadas al amor. Bíblicas. Alegóricas. Tentadoras. Tentadas. Esclavas vampirizadas y vampiresas. Sacrificadas. Penitentes. Bellas suicidas petrificadas o disueltas en agua.

Eros se despliega dejando un regusto salado en mis ojos. No sé si debo/ quiero enamorarme después de haber visto los brazos destrozados de los amantes. Las cadenas mutuas. La supervivencia.

Tras la visita, escucho la conferencia de Guillermo Solana. Eva y la Serpiente.

Durante una hora me sumerjo en problemas iconográficos de representación de mitos. Disfruto.

El primer pecado no fue la lujuria. Fue la desobediencia. La curiosidad. El deseo de saber. El pecado de los curiosos. El tuyo. El mío. El de todos.

Escucho a Solana contar cómo se ha erotizado el relato de Eva y la Caída. Solana muestra una catacumba cristiana. La fotografío. La calidad es pésima, pero necesito imágenes. Necesito retener en la mirada.

Adán a la izquierda. Eva a la derecha. Entre ellos el árbol y la serpiente enroscada. El árbol de la Ciencia. Un esquema rígido que no es todavía la representación de una historia.

Para contarla. Para contar la historia. Solana cuenta que los artistas optan por dos vías.

La representación de la transmisión del fruto. Elemento que entraña una cadena narrativa. Eva le entrega la manzana a Adán y éste se la come.

O el diálogo. La conversación entre la serpiente y Eva, y entre ésta y Adán.

En cualquier caso, Eva es culpable. Eva bisagra entre la serpiente y Adán. Tentada y tentadora. Eva protagonista.

Durante la Edad Media y hasta el siglo XVIII aparece una variante iconográfica. La serpiente adopta rasgos humanoides de mujer.

Después, la serpiente con cabeza de Eros. Componente que asocia la tentación con la incitación erótica por primera vez.

A partir del siglo XIX, la serpiente encarna el mal y el poder fálico.

En el primer caso, Blake, seducido por la representación de Milton en el Paraíso Perdido, incide en Eva tentadora. Unida para siempre con la serpiente que le entrega el fruto en la boca.

En el segundo, Franz von Stuck. Eva blande la serpiente como un arma contra Adán. El reptil emerge de su cuerpo. Poderoso apéndice. Miembro viril amenazante.

"Enamoraos chicas y sed felices”. Reza en el relieve de Gauguin. Instalado en su última morada de las Islas Marquesas. Eva multiplicada. Representada en un grupo de mujeres extraídas de la obra tahitiana del pintor. El privilegio de tentar, de seducir y el poder fálico de la serpiente son reivindicados por Gauguin como atributo exclusivo. Se considera un Don Juan. Como muchos. Como tantos.

En París, Tolouse- Lautrec, encuentra un modo ingenioso de recoger las sugerencias de Gauguin sin recurrir al lenguaje alegórico. Adán desaparece. El triángulo clásico de la Caída cede su lugar a un duetto entre mujer y reptil y el espectador encarna el papel de Adán desaparecido. La serpiente de Lautrec es sólo un dibujo estampado en el vestido de Jane Avril. Jane desquiciada. Mujer serpiente. Jane internada en Salpêtrière. Jane histérica. La mujer histérica. Convulsionada por el deseo sexual.

Entre Eva y la serpiente se desarrolla una fascinación mutua, una hipnosis de doble dirección. Tan pronto la mujer sucumbe al magnetismo de su movimiento sinuoso como es ella la que hechiza. La encantadora de serpientes de Rousseau encarna al Orfeo femenino que despierta y domina con su música toda la naturaleza.

Finalmente, la versión horizontal acentúa el carácter rectante de la serpiente. Nastassja kinski inmortalizada por Avedon. Serpiente y mujer. Un único símbolo de la tentación.

Aplausos. Repto hasta el final de la sala y desaparezco.

Es sábado, 7 de noviembre de 2009. 23:00h. La cita está en DT Espacio Escénico. Calle de la Reina, 9. Muy cerca del hostal. Tomamos una cerveza en el subfondo del subsótano de un submundo que huele a cerrado. Somos nueve. De fondo. Yo soy esa. La canto bajito y leo los recortes de prensa de la compañía. En todos lo mismo. Escándalo. Vicio. Provocación. Sorpresa.

La obra. Por una manzana, siete historietas cómicosexuales para cuatro pollas y dos coños. Por El Curro DT.

En el folleto, divertimento humorístico pornoescénico acerca de las peripecias y pormenores de las relaciones íntimas en el mundo moderno. En el escenario, una bella Evita con falda de tutú y bellos pezones que repite entre actos “Siento que me estoy perdiendo algo”. Como tú, como yo. Como todos. Ritmo. Sudor. Culos prietos. Risas. Tensiones. Un bailecito con los actores. Una estupenda rubia travestida con un ruidoso vestido largo de papel de aluminio y plataformas de infarto. Jesús ruborizado por los piropos de la Evita linda. Yo aplaudiendo un bis.

Una pena, no poder hacer fotos.


4 comentarios:

  1. Oss niña, lo he flipado toaaaaaa!!! Que chulisimoooo!! Vivan las serpientes, las Evas, y tu!!!

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  2. Cómo echas de menos una revista que yo me sé, eh? Qúe ganas tienes...
    Un beso y sigue escribiendo.
    Muaka

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  3. Qué maravilla, menudo estudio!

    Me ha gustado un montón y, mejor aún, me ha hecho pensar!;)

    un besote!

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  4. Cariño, qué entusiasmo, cómo te lo has currao... Es en estas excursiones donde a uno le gusta perderse, entre cita y cita, una flor. UN aplauso.

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